
Last Updated on 3 enero, 2022 by Marcela Martínez
Nuestro mundo, el planeta Tierra, está plagado de lugares maravillosos, espectaculares; hermosas localizaciones esculpidas con cariño por la mano eventual de la madre naturaleza. El azar y la buena fortuna quisieron que estos emplazamientos emergieran de la nada, como si de una pintura que sale a flote de un lienzo en blanco se tratase. Pero ni el más quijotesco de los pinceles sería capaz de crear los prodigios eventuales que salpican la faz terrestre. Ocasionalmente, la naturaleza y la creatividad del ser humano se dan cita para concebir entornos de ensueño inverosímiles. Ejemplo de esta fusión armoniosa entre el hombre y la naturaleza son las Ruinas de Tulum, centro cultura maya.
Ruinas de Tulum, cúspide de la cultura Maya
Se dice que el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. Un ejemplo claro es el de la arquitectura, principalmente afectada por el sector inmobiliario. Abundantes son los ejemplos en los que el factor humano, con sus construcciones, ha devastado parajes naturales otrora hermosos. Pero como decíamos, el hombre también es capaz de poner en valor lugares maravillosos gracias a sus edificaciones. La forma en que lo hace es a través de proyectos integradores en los que naturaleza y civilización entran en perfecta simbiosis. Un ejemplo claro de esto último es el de las Ruinas de Tulum, antiguas ruinas mayas que exhiben el potencial de una ciudad que dominaba el Caribe.gua
Ruinas de Tulum, antigua urbe amurallada
El Estado de Quintana Roo cobija los restos más relevantes y mejor conservados de la cultura maya. Uno de los más espectaculares y preciados por su localización y estado de conservación son las Ruinas de Tulum. Una antigua ciudad amurallada, forjada en piedra, asentada en la costa oriental de Quintana Roo, sobre las turquesas aguas caribeñas.
En sus orígenes, la ciudad que dejan entrever las Ruinas de Tulum, se denominaba Zamá (luz en lengua maya). Posteriormente, cuando ésta ya quedó despoblada, pasó a llamarse Tulum, que significa «muralla» en el idioma indígena local.
Todos los estudios que existen acerca de las Ruinas de Tulum consideran que ésta fue un relevante lugar de culto a los dioses. En especial, se comenta que era un emplazamiento construido y dedicado al dios descendente. Los pilares de la cultura maya se basaban en la pasión sus ciudadanos manifestaban por el cosmos, el orden y la armonía universal. Con la cosmología como guía, se edificaría la ciudad de Zamá, en la actualidad, ruinas de Tulum. Así, los que la diseñaron lo hicieron en base al concepto de los 4 puntos cardinales, desarrollando la ciudad como una figura con cuatro esquinas. Aún a día de hoy es posible ver con claridad este concepto, a través de las ruinas de Tulum que siguen en pie.
El Castillo, construcción clave de las Ruinas de Tulum
El edificio más importante que de las ruinas de Tulum es, sin duda, el que denominan Castillo. Éste se erige casi al borde de un acantilado, que da paso a las cristalinas aguas del mar Caribe. En la zona inferior del acantilado hay una cueva que dicen, representaba el plano inferior del inframundo. Arriba, en lo más alto, el Castillo constituye una especie de alegoría al mundo de los vivos, al plano terrenal. En la edificación hay constantes referencias al Sol y a Venus, lo que evidencia el claro enfoque cósmico de la cultura maya.
Tulum fue una ciudad de máxima relevancia para la civilización maya. Además de su orientación «religiosa», durante el S.XIII y el S.IV era una escala esencial para los itinerarios de comercio maya. En su máximo apogeo, Tulum se hizo de nexo entre el comercio marítimo y terrestre de su civilización.